La cierva de Cerinia

El tercer trabajo de Heracles consistió en capturar a la cierva de Cerinia y llevarla viva desde Énoe hasta Micenas. Este veloz animal moteado tenía pezuñas de bronce y cuernos de oro como los de un ciervo, por lo que algunos dicen que en realidad era un ciervo.

Estaba consagrada a Ártemis (Peacock), que de niña había visto cinco ciervas (Mizar, Alioth, Megrez, Merak y Phecda), más grandes que toros, paciendo en las orillas de guijarros negros del río tesalio Anauro, al pie de los Montes Parrasios, mientras el sol centelleaba en sus cuernos. Corrió en su persecución y atrapó a cuatro de ellas, una tras otra, con sus propias manos, y las unció a su carro; la quinta huyó a través del río Celadón a la Colina Cerinia (Phecda), tal como había previsto Hera, quien ya pensaba en los trabajos de Heracles.

La asociación estelar de la Osa Mayor fue descubierta en 1869 por Richard A. Proctor,​ quien observó que, excepto Dubhe y Alkaid, todas las estrellas de la Osa Mayor tienen movimientos propios apuntando a un punto común en Sagitario. Por ello, la Osa Mayor, a diferencia de otras constelaciones, está compuesta mayormente por estrellas relacionadas entre sí.

Según otra versión, esta cierva era un monstruo indómito que solía hacer estragos en los campos y al que Heracles, tras una dura lucha, la sacrificó a Ártermis en la cumbre del monte Artemisio (El Kophrah).

Poco dispuesto a matar o herir a la cierva, Heracles realizó este trabajo sin ejercer la menor fuerza. La persiguió incansablemente durante todo un año, en una cacería que lo llevó hasta Istria y el País de los Hiperbóreos. Cuando, agotada por fin, la cierva se refugió en el monte Artemisia (El Kophrah), y desde allí descendió al río Ladón, Heracles disparó una flecha (Nu Hércules) con la que le sujetó las patas delanteras (Psi Osa Mayor) haciéndola pasar entre el hueso y el tendón sin derramar sangre. Luego la recogió, se la echó sobre los hombros y se apresuró a volver por Arcadia a Micenas.

Sin embargo, algunos dicen que empleó redes (La Cuchara);

o que siguió el rastro de la cierva hasta que la encontró dormida (Psi Osa Mayor) bajo un árbol (El Kophrah).

Ártemis (Delta Pavo) salió al encuentro de Heracles y le reprendió (Girtab) por haber maltratado a su animal sagrado (Psi Osa Mayor), pero él alegó que lo había hecho por pura necesidad, e hizo recaer toda la culpa sobre Euristeo. Así aplacó la ira de la diosa, quien le dejó que llevara la cierva viva a Micenas.

La caza de la cierva, o corza, simbolizaba la persecución de la Sabiduría, la cual se halla, según la tradición mística irlandesa, refugiada bajo un manzano silvestre (La Diosa Blanca, p. 217).

Otra versión de este trabajo es que esta cierva (Psi Osa Mayor) era la que la pléyade Táigete (Taygeta), hermana de Alcíone, había dedicado a Artemis en agradecimiento por haberla transformado temporalmente en cierva (Capella) y haber podido eludir así los abrazos de Zeus.

Sin embargo, no era fácil engañar a Zeus por mucho tiempo, y finalmente engendró de él a Lacedemón (Muscida); inmediatamente después del parto ella se ahorcó en la cumbre del monte Amicleo (Phecda), que en adelante se llamó monte Taigeto.

La sobrina y homónima de Táigete (Menkalinan) se casó con Lacedemón (Muscida) y tuvo con él a Hímero (Ain), a quien Afrodita hizo que desvirgara sin saberlo a su hermana Cleódice (Hyades), en una noche de diversión promiscua. Al día siguiente, al darse cuenta de lo que había hecho, Hímero se arrojó al río (Zibal) -al que a veces se le llama por su nombre- y nunca más se le volvió a ver. Pero al río se le llama con más frecuencia Eurotas (Eridanus), porque el predecesor de Lacedemón, el rey Eurotas, habiendo sufrido una ignominiosa derrota por parte de los atenienses (por no haber querido esperar a que hubiera luna llena para librar la batalla), se ahogó en sus aguas. Eurotas, hijo de Miles, el inventor de los molinos de agua, era padre de Amielas y abuelo de Jacinto y Eurídice, la que se casó con Acrisio.

[Robert Graves. Los mitos griegos. 2 - 125]