Lepus


La constelación de Lepus está representada por una liebre que se encuentra entre los pies del cazador y el perro (Orión y el Can Mayor).
Aparte de las dos estrellas brillantes, la alfa y la beta, de cuatro estrellas que forman un pequeño rectángulo conocido desde la antigüedad como la silla postremera del Urión. Estas estrellas tienen dos naturalezas extrañas, una es tener hijos como macho y otra es preñarse como hembra, por eso encuentran en muchos de ellos todo lo que pertenece a macho y hembra (a lo andrógeno) que es algo que se debe tener en cuenta.
Las influencias astrológicas de la constelación de Lepus
Leyenda: Un joven de la isla de Leros deseaba mucho una liebre y trajo algunas, porque no se encontraba ninguna en la isla. Los demás habitantes también querían criar liebres, pero finalmente los animales se multiplicaron hasta tal punto que no había suficiente comida para ellos y devoraron el maíz en los campos, por lo que los habitantes se unieron y los destruyeron a todos. [Robson, p. 49].
Influencias: Según Ptolomeo, Lepus es como Saturno y Mercurio. Da un ingenio rápido, timidez, circunspección, fecundidad y desafío. [Robson, p. 49].
Las influencias astrológicas de la constelación de Lepus dadas por Manilius:
"Para los nacidos bajo esta constelación, la naturaleza casi les da alas y vuelo por el aire; tal será el vigor de las extremidades que reflejan la rapidez de los vientos. Un hombre saldrá ganador en la carrera antes de recibir la señal para comenzar; otro con su movimiento rápido puede evadir el guante de boxeo duro y ahora esquivar ligeramente, ahora dar un golpe; otro puede con una patada hábil mantener en el aire una pelota voladora, intercambiando manos por pies y empleando en juego el apoyo del cuerpo, y ejecutar con brazos ágiles una descarga de golpes rápidos; otro puede bañar sus extremidades con una gran cantidad de bolas y hacer que las manos salten por todo el cuerpo con el resultado de que, sin dejar caer ninguno de los números, juega contra sí mismo y provoca las bolas volar alrededor de su persona como en respuesta a sus órdenes. Un hombre así dedica las noches de vigilia a sus preocupaciones, porque su energía disipa la somnolencia [nota del traductor: según Eliano, la liebre duerme con los ojos abiertos] mientras él pasa el trabajo feliz horas libres en juegos de diversa índole. [Manilius, Astronomica, siglo I d.C., libro 5, p.313, 315.]
[Estrellas fijas y constelaciones en astrología, Vivian E. Robson, 1923].


